Todas las verdades que un suceso puede desplegar

Cacería de Brujas, la película más reciente de Luca Guadagnino, director nominado al Oscar, nos muestra a Julia Roberts sumergiéndose en un personaje totalmente distinto a todos los que ha interpretado a lo largo de una diversa y galardonada carrera. Alma Imhoff es una brillante, venerada y ambiciosa profesora de filosofía en Yale. Pero cuando Maggie, su estudiante favorita, dirige una acusación contra otro maestro, las expansivas secuelas amenazan con revelar la propia historia de Alma, largo tiempo soterrada. Un thriller psicológico que funge como espejo de nuestros complejos tiempos, la cinta es una investigación que aborda el poder, la verdad, el privilegio y la comunidad.
—¿Cuáles fueron sus primeras reacciones tras la lectura del guion escrito por Nora Garrett?
JULIA ROBERTS: Recuerdo haber quedado sorprendida. El tejido de dicho escrito, sus intrincadas peculiaridades. Es muy raro poder leer un guión tan consumado, con personajes tan bien definidos. Yo pensé que esto se volvería realmente complicado y no tenía ni idea de qué clase de director sería capaz de lidiar con ello. Pero entonces alguien mencionó a Luca Guadagnino. Y pensé, “Claro que sí, en manos de Luca, este asunto interesante podría convertirse en algo innegablemente fascinante”.
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LUCA GUADAGNINO: Las ideas presentadas me parecieron inmediatamente atractivas, desafiantes, provocadoras. Desde el principio sentí la necesidad de saber más; deseaba investigarlo todo. Más tarde conocí a Nora, y ella misma llevó la historia a un lugar muy distinto, porque nos incentivamos mutuamente a profundizar más y más.
—Al principio de la película, una acusación divide a amigos y colegas, pero el público no sabe lo que realmente ha ocurrido. ¿Qué fue lo que les intrigó en lo tocante a esta idea?
L.G.: Me emocionó poder crear un thriller que se pregunta no por la verdad única del suceso sino por todas las verdades que éste puede desplegar. ¿Quién se cree capaz de determinar qué es lo correcto? La historia explora los elementos que llevan a decisiones éticas, para nosotros y para los demás. Y para mí, como realizador, esto supuso la posibilidad de contar una historia mostrando todas las variantes de la verdad, sin asegurar que un punto de vista es más valioso que otro. A la vez, lo que espero que la cinta genere en el público es una emoción que le mantenga al borde del asiento, sin saber qué ocurrirá a continuación.
J.R.: Se trata de una historia oportuna, porque gira alrededor de lo que creemos ser, lo que deseamos ser y las diversas máscaras que nos colocamos en los diversos ambientes en los que participamos. Es una película honesta y real, y me parece que pondrá en marcha múltiples discusiones.
—¿Qué es lo que más te emocionaba, Julia, del estilo de Luca como director?
J.R.: Antes que nada, todo lo que Luca dice lo capto con nitidez. Con sólo cinco o seis frases, él puede ser preciso e inspirador, y todo lo que quiero es ejecutar su visión. A veces no pronuncia una sola palabra, pero yo sé lo que anhela. Otro punto grandioso es que él nunca quiso achatar las filosas aristas de Alma. Al contrario, él quiso afilarlas más y más.
—Luca, ¿qué sentiste al dirigir a Julia?
L.G.: Cuando trabajas con Julia cuentas con una compañera, una realizadora, una amiga y una excelente intérprete, todo al mismo tiempo. La creación de una película es siempre una experiencia comunitaria, y Julia suele respetar el trabajo de todos los demás de manera muy profunda. Alma no es un personaje sencillo, pero la sabiduría y perspicacia que la actriz aportó al personaje suponen algo maravilloso. Julia brindó una generosidad absoluta, un compromiso total y el hermoso deseo de ser desafiada.
—¿Cómo describirías la forma de ser de Alma?
J.R.: Alma es aquella que siempre destaca por ser la más inteligente en cualquier situación. Ha utilizado su formidable intelecto para acumular un poder increíble en un ambiente universitario dominado por los hombres. Pero para conseguir esto, ha tenido que volverse muy dura. Es muy complicada. Se trata de uno de esos raros personajes que no cesan de intrigarte, y no hay nada más emocionante para mí.
—Cada personaje de esta historia alimenta sus propios intereses y sus propias creencias, y todo ello contribuye al conflicto. Luca, ¿qué te pareció el trabajo realizado no sólo con Julia, sino asimismo, con Andrew Garfield, Ayo Edeberi, Chloe Sevigny y Michael Stuhlbarg en este ensamble?
L.G.: Chloe y Michael forman parte de un grupo muy unido, con el que acostumbro colaborar. Pero asimismo sentí una conexión instantánea con Julia, Andrew y Ayo. Los cinco aportaron un hermoso deseo, consistente en dar lo mejor de sí, en no huir de provocaciones ni de detalles ocultos, en hallar la manera de atraer al público al interior de sus propios personajes.
—¿Cómo era el ambiente en el set?
J.R.: Fue como una fiesta o una cena de ensueño. Cuando admiras tanto como yo hago a la gente con la que estás trabajando, lo único que deseas es impresionarles. Y de una forma gentil y amorosa, Luca espolea a sus actores para que lo den todo, para que intenten muchas cosas, para que traspasen sus límites, a sabiendas de que él será honesto contigo si lo que has hecho no funciona. Es un artista extraordinario.
—Ayo Edeberi, quien alcanzó la fama gracias a su desempeño en “The Bear”, interpreta a Maggie, la prometedora estudiante de Alma. ¿Disfrutaste trabajar con ella?
J.R.: Me enamoré de ella. Es sumamente hábil, su mente es aguda, me pareció extraordinaria en todos los aspectos.
L.G.: Cuando leí la descripción de Maggie en el guión, pensé inmediatamente en Ayo. Vi a muchos actores hermosos probar para este papel, pero nunca pude dejar de pensar en Ayo. Por ello, su aceptación supuso un gran momento para la cinta.
—Dos hombres muy distintos son importantes en la vida de Alma: Hank, su rival en Yale, interpretado por Andrew Garfield, y su leal esposo, Frederik, encarnado por Michael Stuhlbarg.
J.R.: Andrew y yo estuvimos envueltos en una contienda psicológica, en nuestros papeles como Alma y Hank, y él siempre estaba listo para esto. Y te doy mi palabra: su preparación es impresionante. Andrew llega con todos las sílabas en su lugar, más que preparado para lo que tiene que hacer. Y Michael es mágico como compañero de trabajo. Es impecable en todo momento; aportó un tremendo patetismo al amor que Frederik siente por Alma, con una mesura maravillosa. Sencillamente no sé qué otro actor podría haber hecho que la relación funcionara tal y como Michael lo consiguió.
L.G.: Andrew, desde mi perspectiva, es uno de los grandes actores de nuestros tiempos. Es un actor de actores, alguien que examina al personaje molecularmente, y aquí realiza algo incluso nuevo para él, aportando una oscuridad y un peligro realmente excitantes. Michael me envió cerca de cuatrocientas preguntas acerca de su personaje- siempre se ha interesado profundamente por la exploración de la humanidad.
*Entrevista gentileza de Sony Pictures
Fuente: www.perfil.com